Las lágrimas del párroco Ramón Micó protagonizaron la misa solemne por el Santísimo Cristo de Agonía, en el municipio de Quart de les Valls. La ceremonia se convirtió en un acto emotivo ya que poco antes, el cura supo que sería trasladado de su actual puesto, en las parroquias de Los Valles, a una iglesia de Cocentaina."En la misa de ayer (por el lunes) me saltaron las lágrimas. Marcharme es como si enterrase una parte de mi vida. Dejo muy buena gente aquí", apuntó el párroco.Las celebraciones patronales se tiñeron de tristeza e incertidumbre ante la marcha de este querido párroco ya que fue poco antes de la misa cuando el obispo auxiliar de Valencia, monseñor Salvador Giménez Valls, comunicó al cura que sería trasladado.Mismo comunicado A la misma hora en que se hizo este anuncio en Quart, se informó de la noticia por bando en los municipios de Quartell y Benavites, en donde este cura ejerce sus funciones desde hace siete años.A la salida de la misa de Quart, muchos feligreses comentaron que "sonaba como una despedida por la emoción contenida en la oratoria sacramental", apuntaron asistentes a la ceremonia.Además de párroco, Ramón Micó deja su labor como profesor de religión en las Dominicas de Sagunto.La salida de este cura provocó tristeza entre los vecinos y feligreses de los municipios ya que "es una persona muy querida por lo mucho que ha hecho por el municipio, duele que se vaya", comentó una de las residentes de Quartell.Por el momento se desconoce la fecha de salida del párroco así como la identidad del nuevo cura que se ocupará de las Iglesias de Quart, Benavites y Quartell.Afortunadamente, el nuevo destino del párroco está a sólo 22 kilómetros de la residencia de sus padres, en Bocairent. De hecho, el cura afirmó que "este nuevo destino me va a facilitar estar más cerca de mi familia y cuidar de ella pues mi padres son ya mayores", informó Micó.
Font: "las Provincias"
